¡Hola! Mi nombre es Hugo Aly

Trabajo como ejecutivo comercial en Farmaniacos y te invito a conocer mi historia para que juntos podamos seguir creciendo

Una historia

“𝗦𝗶 𝗻𝗼 𝗲𝘀𝘁𝘂𝘃𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘀𝗶𝗹𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝘂𝗲𝗱𝗮𝘀, 𝘁𝗮𝗹 𝘃𝗲𝘇 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮 𝗵𝘂𝗯𝗶𝗲́𝘀𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝗿𝗻𝗼𝘀, ¿𝗻𝗼 𝗰𝗿𝗲𝗲𝘀?”

No lo había pensado, pero era cierto. Día a día, en Vamos por Ti tenemos la enorme suerte de conocer personas excepcionales. No por su discapacidad, pero sí por su actitud honesta y valiente frente a la vida.

Ese es el caso de nuestro amigo Hugo Aly a quien movilizamos junto a su fiel amigo Samuel desde el Callao hasta Huampaní para una celebración de trabajo. Nos contaba Hugo que desde que sufrió el accidente hace 4 años atrás no había salido de casa. Me sonrío y pienso que es un gran honor participar de un día que será memorable.

Escucho a nuestro amigo Hugo y pienso inevitablemente que la fatalidad ronda nuestras vidas. Hoy caminas, corres, eres exitoso y mañana todo eso desaparece. Una bala en tu columna y cerca de un mes en estado de coma lo cambian todo. Pero bien dicen que aquello que no te destruye te hace más fuerte, mejor. Yo no odio hermano, en mi corazón no hay tiempo ni espacio para eso. Ahora estoy trabajando y haciendo lo que siempre me ha gustado: vender, proponer ideas, escalar negocios. Hugo es un vendedor nato. Lo intuyo en su voz, en su energía (felizmente no tenía nada para venderme en ese momento, de otra forma se lo hubiese comprado. Estoy seguro).

Conversamos todo el camino y nos reímos. Llegamos al destino. Pasó rápido, me dice, entonces ¿cómo vas a hacer?, me pregunta, aún faltan como 4 horas para retornar y estás lejos. Regreso le digo, no te preocupes. Quédate, yo me encargo de todo. Comida no te faltará, me dice. Eso basta. Me quedo. Y fue cierto, Hugo honró su palabra.

El tiempo pasa y es hora de retornar. Samuel, muy cansado por la celebración se queda dormido. Hugo no, me cuenta sus planes, sus logros. Hoy me han ofrecido pasar a planilla. Estoy contento. Lo felicito. Claro hermano, me dice, con energía. “hay que saber valorarse, esta movilidad también la está pagando la empresa. Pensé en venir en taxi, pero es muy incómodo para mí. Si hay algo bueno que se adapta a mis necesidades por que ¿no?  Si yo brindo lo mejor de mí, espero lo mismo en respuesta” Claramente en la empresa en la que labora Hugo lo han entendido.       

Llegamos al Callao. El tiempo voló, pero el recuerdo quedará.

Saludos Hugo y Samuel. Un gusto conocerlos.

Vamos por Ti.